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Salud: ¿Cómo cambia el corazón con la edad?


Las personas mayores de 65 años son mucho más propensas que las personas más jóvenes a sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral, o a desarrollar una enfermedad cardíaca coronaria (comúnmente llamada enfermedad cardíaca) e insuficiencia cardíaca. Las enfermedades cardíacas también son una de las causas principales de discapacidad, limitando la actividad y erosionando la calidad de vida de millones de personas mayores.

El envejecimiento puede causar cambios en el corazón y en los vasos sanguíneos. Por ejemplo, a medida que una persona envejece, el corazón no puede latir tan rápido durante la actividad física o en momentos de estrés como lo hacía cuando era más joven. Sin embargo, la cantidad de latidos por minuto (frecuencia cardíaca) en reposo no cambia significativamente con el envejecimiento normal.

Los cambios que ocurren con la edad pueden aumentar el riesgo de una persona de desarrollar una enfermedad cardíaca. Una de las causas principales de la enfermedad cardíaca es la acumulación de depósitos de grasa en las paredes de las arterias durante muchos años. Lo bueno es que hay cosas que una persona puede hacer para retrasar, disminuir, o posiblemente evitar o revertir el riesgo.

El cambio más común en el envejecimiento es el aumento de la rigidez de las arterias mayores, llamado arteriosclerosis o endurecimiento de las arterias. La arterioesclerosis causa presión arterial alta o hipertensión, que se vuelve más común a medida que las personas envejecen.

La presión arterial alta y otros factores de riesgo, incluso la edad avanzada, aumentan el riesgo de desarrollar aterosclerosis. Debido a que existen varios factores de riesgo modificables relacionados con la aterosclerosis, esta no es necesariamente una parte normal del envejecimiento. La placa se acumula dentro de las paredes de las arterias y, con el tiempo, endurece y estrecha las arterias, lo cual limita el flujo de sangre oxigenada a los órganos y a otras partes del cuerpo. El oxígeno y los nutrientes de la sangre son suministrados al músculo cardíaco a través de las arterias coronarias. La enfermedad cardíaca se desarrolla cuando la placa se acumula en las arterias coronarias, reduciendo el flujo de sangre al músculo cardíaco. Con el tiempo, el músculo cardíaco puede debilitarse y dañarse, resultando en una insuficiencia cardíaca. El daño cardíaco puede ser causado por ataques cardíacos, por la hipertensión y diabetes que un paciente ha tenido por largo tiempo, y por el consumo crónico y excesivo de alcohol.

La edad puede causar otros cambios en el corazón. Por ejemplo:

  • Hay cambios en el sistema eléctrico relacionados con la edad que pueden causar arritmias (latidos cardíacos rápidos, lentos o irregulares) o hacer necesario el uso de un marcapasos. Las válvulas, que son como puertas unidireccionales que se abren y cierran para controlar el flujo de sangre entre las cámaras del corazón, pueden volverse más gruesas y rígidas. Las válvulas más rígidas pueden limitar el flujo de sangre que sale del corazón y además gotear sangre; ambas cosas pueden hacer que se acumule líquido en los pulmones o en otras partes del cuerpo (piernas, pies y abdomen).

  • Las cámaras del corazón pueden aumentar de tamaño. La pared del corazón se engrosa, por lo que la cantidad de sangre que puede contener una cámara puede disminuir a pesar del aumento del tamaño general del corazón. El corazón puede llenarse de sangre más lentamente. La hipertensión que un paciente ha tenido por largo tiempo es la causa principal del aumento del grosor de la pared del corazón, lo cual puede aumentar el riesgo de fibrilación auricular, un problema común del ritmo cardíaco en las personas mayores.

  • Con la edad, las personas se vuelven más sensibles a la sal, lo cual puede causar un aumento de la presión arterial e hinchazón en los tobillos o pies (edema).

Otros factores, como la enfermedad tiroidea o la quimioterapia, también pueden debilitar el músculo del corazón. Las cosas que una persona no puede controlar, como su historia clínica familiar, podrían aumentar su riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca. Sin embargo, llevar un estilo de vida saludable para el corazón puede ayudar a evitar o retrasar una enfermedad grave.

¿Qué es la enfermedad cardíaca?

La enfermedad cardíaca es causada por la aterosclerosis, que es la acumulación durante muchos años de depósitos grasos, o placas, en las paredes de las arterias coronarias. Las arterias coronarias rodean el exterior del corazón y suministran los nutrientes de la sangre y oxígeno al músculo cardíaco. Cuando la placa se acumula dentro de las arterias, hay menos espacio para que la sangre fluya normalmente y suministre oxígeno al corazón. Si el flujo de sangre al corazón se reduce por la acumulación de placa o se obstruye si una placa se rompe repentinamente, puede causar angina (dolor o malestar en el pecho) o un ataque cardiaco. Cuando el músculo cardíaco no obtiene suficiente oxígeno y nutrientes de la sangre, las células del músculo cardíaco mueren (ataque cardíaco) y debilitan el corazón, disminuyendo su capacidad de bombear sangre al resto del cuerpo.

Obtenga más información sobre los ataques cardíacos.

Signos de una enfermedad cardíaca

La enfermedad cardíaca en etapa temprana a menudo no presenta síntomas o los síntomas pueden ser apenas perceptibles. Es por eso que los chequeos regulares realizados por un médico son importantes.

Una persona debe comunicarse con el médico de inmediato si siente dolor, presión o incomodidad en el pecho. Sin embargo, el dolor en el pecho es un signo menos común de una enfermedad cardíaca a medida que la enfermedad progresa, así que hay que tener en cuenta otros síntomas. La persona debe decirle al médico si tiene:

  • Dolor, adormecimiento u hormigueo en los hombros, brazos, cuello, mandíbula o espalda

  • Falta de aliento cuando está activa, en reposo o acostada

  • Dolor en el pecho durante la actividad física que mejora cuando descansa

  • Aturdimiento

  • Mareos

  • Confusión

  • Dolores de cabeza

  • Sudores fríos

  • Náuseas o vómito

  • Cansancio o fatiga

  • Hinchazón en los tobillos, pies, piernas, estómago o cuello

  • Capacidad reducida para hacer ejercicio o mantenerse físicamente activa

  • Problemas para hacer sus actividades normales

Los problemas con la arritmia son mucho más comunes en los adultos mayores que en los jóvenes, y la arritmia debe ser tratada. Consulte a un médico si siente palpitaciones en el pecho o tiene la sensación de que el corazón se está saltando un latido o latiendo demasiado fuerte, particularmente si está más débil de lo normal, mareado, cansado o le falta el aliento cuando está activo.

Si tiene algún signo de enfermedad cardíaca, el médico puede remitirlo a un cardiólogo, un médico que se especializa en trastornos del corazón.


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