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7 deliciosos beneficios del chocolate amargo.


Con las semillas del árbol de cacao como materia prima, el chocolate amargo es una de las mejores fuentes de antioxidantes del planeta.

Algunos estudios muestran que el chocolate amargo (y esto es importante: los beneficios no son iguales en el chocolate con leche o el blanco) puede mejorar la salud y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.

1. Es muy nutritivo

Si se adquiere chocolate amargo de calidad con un alto contenido de cacao, el nivel nutritivo es alto. Contiene una cantidad considerable de fibra soluble y está repleto de minerales.

100 gramos de chocolate amargo con un 70 u 80 % de contenido de cacao incluyen:

  • 11 gramos de fibra

  • 67 % de la cantidad diaria recomendada (CDR) de hierro.

  • 58 % de la CDR de magnesio.

  • 89 % de la CDR de cobre.

  • 98 % de la CDR de manganeso.

  • Además contiene mucho potasio, fósforo, zinc y selenio.

Por supuesto, 100 gramos es una cantidad alta y no es algo que debería consumirse a diario. Más considerando que estos nutrientes vienen acompañados de 600 calorías y una cantidad moderada de azúcar.

Es por eso que es mejor consumir chocolate amargo moderadamente.

El perfil de ácidos grasos del cacao y el chocolate amargo es excelente. Las grasas son en su mayoría saturadas y monoinsaturadas, con pequeñas cantidades de poliinsaturadas.

También contiene estimulantes como la cafeína y la teobromina, pero en una cantidades muy pequeñas en relación a, por ejemplo, el café.

Resumiendo: el chocolate amargo de calidad es rico en fibra, hierro, magnesio, cobre, manganeso y otros minerales.

2. Es una poderosa fuente de antioxidantes

La capacidad de absorción de radicales de oxígeno es una medida de la actividad antioxidante de los alimentos.

Básicamente, los investigadores enfrentan una cierta cantidad de radicales libres contra una muestra de alimento y observan en qué medida los antioxidantes que contiene pueden “desarmarlos”.

La relevancia biológica de esta medida es cuestionable porque se hace en un tubo de ensayo y quizás no funcione de la misma manera en el organismo.

Sin embargo, es importante mencionar que las semillas de cacao sin procesar están entre los alimentos con mejores resultados en este tipo de testeos.

El chocolate amargo está lleno de componentes orgánicos que son biológicamente activos y funcionan como antioxidantes. Esto incluye polifenoles, flavonoides y catequinas, entre otros.

Un estudio mostró que el cacao y el chocolate amargo contienen más actividad antioxidante, polifenoles y flavonoides que otras frutas que fueron testeadas, incluyendo arándanos y açai.

Resumiendo: el cacao y el chocolate amargo tienen una amplia variedad de poderosos antioxidantes, mucho más que la mayoría de los demás alimentos.

3. Mejora el flujo sanguíneo y disminuye la presión arterial

Los flavonoides en el chocolate amargo puede estimular el endotelio, la cubierta de las arterias, para que produzcan óxido nítrico.

Una de las funciones de este gas es la de enviar señales a las arterias para que se relajen, lo cual disminuye la resistencia al flujo sanguíneo y, así, reduce la presión sanguínea.

Hay muchos estudios que demuestran que el cacao y el chocolate amargo pueden mejorar el flujo sanguíneo y bajar la presión, pero los efectos son usualmente suaves.

Sin embargo, hay también un estudio realizado sobre personas con presión sanguínea elevada que no mostró ningún efecto, así que sería una buena idea tomar esto con pinzas.

Resumiendo: los componentes bioactivos en el cacao pueden mejorar el flujo sanguíneo de las arterias y causar un pequeño pero estadísticamente significante descenso en la presión sanguínea.

4. Eleva el colesterol HDL y protege el LDL contra la oxidación

Consumir chocolate amargo puede mejorar muchos de los factores de riesgo de los problemas cardíacos.

En una prueba controlada, el polvo de cacao hizo descender significativamente el colesterol LDL oxidado en los hombres.

Además, elevó el HDL y bajó el nivel total de LDL en hombres con colesterol elevado.

El LDL oxidado implica que este colesterol “malo” ha reaccionado frente a radicales libres. Esto convierte en reactiva a la partícula de LDL y capaz de dañar otros tejidos, como la cubierta de las arterias del corazón.

Tiene sentido que el cacao disminuya el LDL oxidado, ya que contiene una abundante cantidad de antioxidantes poderosos que llegan al torrente sanguíneo y protegen las lipoproteínas contra el daño oxidativo.

El chocolate amargo también puede reducir la resistencia a la insulina, otro factor de riesgo común para varias enfermedades del corazón y la diabetes.

Resumiendo: el chocolate amargo mejora varios factores de riesgo importantes para la diabetes. Disminuye además la susceptibilidad del LDL a daño oxidativo al mismo tiempo que eleva el HDL y mejora la sensibilidad a la insulina.

5. Podría bajar el riesgo de enfermedades cardiovasculares

La protección contra la oxidación del LDL que producen los componentes del chocolate amargo puede a su vez causar, a largo plazo, mucho menos colesterol en las arterias, lo cual disminuiría el riesgo de enfermedades cardíacas a largo plazo.

Y hay varios estudios observacionales a largo plazo que muestran drásticas mejoras.

En un estudio realizado sobre 470 hombres, el cacao redujo el riesgo de muerte por problemas cardiovasculares en un 50 % en un período de 15 años.

Otro estudio reveló que consumir chocolate dos o más veces por semana baja el riesgo de formación de placas calcificadas en las arterias en un 32 %. Consumirlo con menos frecuencia no tuvo ningún efecto.

Y otro estudio más mostró que comer chocolate cinco o más veces por semana disminuyó el riesgo de problemas del corazón en un 57 % .

Por supuesto, estos estudios son observacionales, por lo cual no pueden probar efectivamente que el chocolate sea lo que redujo los riesgos.

Sin embargo, considerando el mecanismo biológico por el cual el chocolate amargo baja la presión sanguínea y el LDL oxidado, es plausible que su consumo regular pueda, de hecho, reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Resumiendo: hay estudios observacionales que mostraron una reducción drástica en los problemas del corazón para la gente que consume la mayor cantidad de chocolate.

6. Protege la piel del sol

Los componentes bioactivos en el chocolate amargo pueden ser de gran beneficio para la piel. Los flavonoides protegen contra el daño inducido por el sol, mejoran el flujo sanguíneo a la piel y elevan su densidad e hidratación.

La dosis eritematógena mínima (DEM) es la menor cantidad de rayos ultravioleta requeridos para causar enrojecimiento en la piel 24 horas luego de la exposición.

En un estudio sobre 30 personas, la DEM se elevó más del doble luego de consumir chocolate amargo alto en flavonoides durante 12 semanas.

Así, para unas vacaciones en la playa, no está mal consumir buenas cantidades de chocolate amargo en las semanas y meses previos.

Resumiendo: algunos estudios muestran que los flavonoides del cacao mejoran el flujo sanguíneo a la piel y la protegen del daño solar.

7. Mejora la función cerebral

Un estudio sobre voluntarios saludables mostró que cinco días de consumo de cacao alto en flavonoides mejoró el flujo sanguíneo al cerebro.

El cacao también podría mejorar significativamente la función cognitiva en personas mayores que sufran de alguna disminución en sus capacidades mentales.

También mejora la fluidez verbal y varios factores de riesgo de enfermedades.

Además, contiene estimulantes como la cafeína y la teobromina, los cuales podrían ser las razones principales por las cuales el cacao mejora la función cerebral a corto plazo.

Para tener en cuenta

Hay evidencias considerables de que el cacao provee de poderosos beneficios para la salud, siendo especialmente protector contra las enfermedades cardiovasculares. Pero, por supuesto, esto no significa que la gente debería consumir grandes cantidades de chocolate todos los días. Hay que tener en cuenta de que posee muchas calorías y es fácil pasarse de los límites al momento de consumirlo. Lo ideal es consumir una porción muy pequeña luego de la cena y disfrutarlo a fondo. Además, hay que elegir chocolates amargos de calidad, orgánicos, con un contenido de cacao de 70 % o mayor. Generalmente contiene azúcar, pero las cantidades son usualmente bajas.


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