
El envejecimiento de la población varía significativamente entre las subregiones de las Américas. En Bolivia hay 17 personas de 60 años y más por cada 100 menores de 15 años, mientras que en el Uruguay se encuentran 70 adultos mayores por cada 100 niños, y en Canadá, 88 por cada 100, respectivamente. Sin embargo, con excepción de Bolivia,Haití,Guatemala,Honduras y Nicaragua, todos los países de la Región tendrán al menos tantas personas de 60 años y más como niños menores de 15 años en la mitad de este siglo; en otros casos, como Cuba,Barbados y Puerto Rico, habrá más de 200 personas adultas mayores por cada 100 menores de 15 años de edad (453). En los últimos 25 años, la esperanza de vida al nacer en las Américas ha aumentado en 7 años y el promedio excede los 70 años, con una diferencia promedio de siete años entre Norteamérica y América Latina y el Caribe. De los latinoamericanos y caribeños que nacen hoy, 78,6% vivirán más allá de los 60 años, y 4 de cada 10 sobrepasarán los 80 años de edad. Los adultos mayores tienen un alto promedio de supervivencia en la Región: si en la década de 1950 vivían 9,9 años después de cumplir 60 años de edad, los datos de 2006 muestran que hoy viven como promedio 20,5 años después de los 60, y 7,1 años después de los 80 años de edad.
Chile:
La mortalidad en el grupo de 65 a 79 años de edad asciende a 28,7 por 1.000 habitantes, con 28.247 muertes que equivalen a 33,8% del total. Las principales causas de muerte por 100.000 habitantes son: enfermedades del sistema circulatorio (916,3); tumores (866,4); enfermedades del sistema respiratorio (243,2) y enfermedades del sistema digestivo (238,0). En cuanto a los egresos de este grupo, los mayores porcentajes correspondieron a enfermedades del sistema circulatorio (18,6%); enfermedades del sistema digestivo (14,5%); enfermedades del sistema respiratorio (12,7%); tumores (12,4%) y enfermedades del sistema genitourinario (9,9%).
La población de 80 años y más tiene una tasa de mortalidad de 116,8 por 1.000 habitantes, 27.172 muertes o 32,5% de las ocurridas en 2003. La distribución de las defunciones por 100.000 habitantes es la siguiente: enfermedades del sistema circulatorio (4.178,0), tumores (2.056,8) y enfermedades del sistema respiratorio (1.723,3). En cuanto a los egresos de este grupo, los mayores porcentajes correspondieron a enfermedades del sistema respiratorio (22,5%); enfermedades del sistema circulatorio (20,0%); enfermedades del sistema digestivo (10,6%); enfermedades del sistema genitourinario (7,3%), y tumores (7,3%). Las condiciones de salud crónicas presentan prevalencias más altas en mayores de 60 años, a excepción de los síntomas depresivos y el tabaquismo, cuyas prevalencias son inferiores a las de la población general mayor de 17 años (4). La disminución de la agudeza auditiva en algún grado alcanza a 66,6% de los hombres y 49,2% de las mujeres de 60 o más años, y según estimaciones de 2006 con base en ENS 2003,33% de los adultos mayores puede requerir el uso de audífono. La disminución de la agudeza visual lejana (con corrección) es de 34,5% para hombres y 44,2% para mujeres de 60 o más años; el desdentamiento de algún maxilar es de 41,8% en los hombres de este grupo y 61,8% en las mujeres. El deterioro cognitivo (confirmado con las pruebas de Mini-Examen del Estado Mental,MMSE y el cuestionario de actividad funcional de Pfeffer) alcanza a 8,5% de la población de 60 o más años. Tanto la disminución de agudeza visual, como el desdentamiento y el deterioro cognitivo son mayores en las mujeres y especialmente en las zonas rurales.Un 7,8% de los adultos mayores presenta una importante dificultad para caminar en terreno plano. La prevalencia de antígeno prostático elevado por sobre 4 ng/ml es de 13,6% en los hombres adultos de 60 años o más.
Fuente: Salud en las Américas 2007