El mareo hace referencia a esa sensación como de estar “flotando”. Es un síntoma que acompaña a otras alteraciones. Descubrir la causa es clave para implementar un tratamiento adecuado.
Para muchas personas resulta difícil diferenciar qué es vértigo y qué es mareo, incluso, llegan a pensar que significa lo mismo.
Si bien es cierto que en ocasiones resulta difícil de separar y para el paciente, a la hora de referirlo puede ser complejo, es importante lograr distinguir qué es de forma práctica cada uno de ellos y cuáles son las principales causas de mareo en los mayores.
El mareo es un término inespecífico, que se utiliza indistintamente cuando nos referimos a esa sensación de inestabilidad, desequilibrio, desvanecimiento, refiriendo la persona que lo padece una sensación de “flotar.
Mientras que el vértigo es una falsa ilusión, percepción de movimiento, donde el que lo padece refiere que él o los elementos externos (el entorno) presentan desplazamiento sin que realmente se produzca algún tipo de movimiento.
En ambos puede existir náuseas, vómitos y dificultad para caminar.
A medida que la personas envejecen, también lo hace el sistema sensorial, del cual los órganos de la visión y el oído (equilibrio) forman parte.
Estos dos, junto con el sistema propioceptivo, que se encarga de enviar al cerebro la información con respecto a la posición y el movimiento de las diferentes partes del cuerpo en relación con la base de sustentación, ayudan a lograr el buen control postural.
Los mayores pueden manifestar de forma secundaria al deterioro del sistema sensorial, el mareo multisensorial.
Este es de aparición lenta y existe inestabilidad de la marcha, por lo que el paciente necesita apoyo para caminar (sujetarse de las paredes, objetos).
Pueden referir mareo, síntomas vegetativos, trastornos visuales, auditivos, incluso pérdida de la conciencia. El enfermo generalmente mejora al sentarse o acostarse.
Ahora bien, el desequilibrio también puede aparecer secundario al empleo de algunos fármacos, principalmente aquellos con efecto sedante. Se ha visto también en las personas que padecen enfermedades de origen neurológico como Parkinson, neuropatía periférica, ataxia cerebelosa, etc.
Los trastornos osteomiarticulares (espondilitis cervical, etc.) que se han considerados como causa de desequilibrio, actualmente no son aceptados por algunos especialistas como factores causales.
Otras causas
Existen otras afecciones que pueden provocar en los ancianos mareo inespecífico. Las hipoglucemias, así como el empleo o retirada brusca de algunos medicamentos (diuréticos, hipoglucemiantes orales, antihipertensivos, antidepresivos, etc.).
Siempre recomendamos la valoración por un especialista antes de realizar cambios en la medicación.
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