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CONSEJOS PARA EVITAR LA ANSIEDAD EN ADULTOS MAYORES


Algunos consejos para prevenir este trastorno
  • Ejercicio físico. Caminar, practicar gimnasia para mayores o estiramientos son algunos ejemplos de actividades que pueden prevenir la aparición de la ansiedad.

  • Descanso. Resultará beneficioso tomarse ciertos periodos de descanso y no esperar a que la persona se sienta agotada para dejar de desempeñar la actividad que estuviera realizando en ese momento.

  • Orden de prioridades. Como se ha mencionado anteriormente, llegada la vejez, se necesita más tiempo para realizar actividades que en la adultez se hacían con mayor rapidez. Por ello, es importante que la persona establezca un orden de prioridades de aquello que tiene que hacer y atienda en primer lugar a lo más importante, así, si algo se queda sin hacer, podrá hacerse en otro momento.

  • Practicar/descubrir aficiones. Si durante el periodo de adultez, la persona ha estado tan ocupada que no ha podido dedicar mucho tiempo para divertirse o hacer aquellas actividades que deseaba, ahora es el momento de buscar aficiones y maneras divertidas de pasar el tiempo.

  • Apoyo social. Es importante relacionarse con familiares y amigos, en el caso de las personas que se encuentren solas porque hayan sufrido un número grande de pérdidas de seres queridos, sería conveniente que hiciesen nuevas amistades. A pesar de que pueda parecer una tarea complicada a esa edad, existen centros, viajes programados y lugares donde conocer a nuevas personas.

  • Dieta. Se recomienda comer sano, evitar comidas copiosas y no abusar del alcohol. Esto hará que las digestiones no sean tan pesadas y que el organismo pueda funcionar mejor.

  • Enfrentarse a los problemas. Si se detecta alguna situación problemática, se aconseja que la persona lo exprese y lo comunique a alguien de su confianza, pues es una manera de prevenir que el problema se agrave.

  • Ser autónomo. Aunque en edades avanzadas llega un momento en el que no se pueden realizar actividades de igual manera que se hacían antes, se recomienda que la persona no se rinda ante los primeros signos de cambio, para que de esta manera conserve su autonomía el mayor tiempo posible. Este hecho afectará de manera positiva a su autoestima. No obstante, en el momento en el que la persona lo considere oportuno y sienta que necesita ayuda, debe pedirla.

  • Evitar la autoexigencia. Una gran fuente de ansiedad proviene de los altos niveles de exigencias que algunas personas se marcan, provocando un estado de insatisfacción y autocrítica. Por esta razón, conviene no exigirse demasiado.

  • Practicar técnicas específicas de relajación. El entrenamiento específico en técnicas de relajación como por ejemplo la relajación muscular progresiva de Jacobson y la puesta en práctica de dichas técnicas, disminuye la aparición de problemas de ansiedad.

FUENTE: http://www.psicologosmadridcapital.com/blog/ansiedad-en-la-vejez/

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